Este cuento encierra una serie de valiosas lecciones para el día a día que la mayoría de nosotros, en mayor o menor medida podemos aplicar. A continuación, vamos a hacer un pequeño análisis de algunas de las lecciones que podemos aprender:

Tómate tu tiempo

En la vida diaria, somos abordados por infinidad de contratiempos e imprevistos, situaciones que nos perturban… La primera lección a aprender que obtenemos de este cuento Budista, es que para poder discernir con claridad, tomando decisiones correctas y resolutivas, y reaccionar de una forma medida, debemos dar un margen a nuestra mente para que se asiente cuando se encuentra violentada por alguna causa externa. Este margen representado por el tiempo que Ananda pasa sentado en la orilla, es vital para no «beber agua sucia» que al final es lo que sucede cuando nos enfadamos de sobremanera y damos rienda suelta a los sentimientos. La analogía del agua sucia/limpia es perfecta ilustrar el efecto que puede tener sobre nuestro cuerpo el estado de nuestra mente, siendo el agua limpia necesaria para la vida y el agua sucia indigesta y peligrosa. Tómate el tiempo que necesites, para reaccionar. Pongamos un ejemplo, en un debate apasionado, somos victimas de la carga emocional que ponemos sobre los argumentos, siendo esta a veces más pesada que el deseo de llegar a una conclusión concreta. Este es un buen momento, para pedir una pausa, un paréntesis reflexivo que nos ayude a pensar con lucidez y responder desde una postura mas imparcial y conciliadora.

Vista en tercera persona

Es claro que cuando nos subimos a la montaña rusa de las emociones, el resultado es completamente impredecible, jugando este factor en nuestra contra la mayoría de las veces. Para evitar esto, lo que Buda propone a su discípulo, es, no analizar (como el Psicoanálisis) el estado de su mente en ese momento, sino tomar una perspectiva distante, ser capaz de salir de su percepción y ver la situación en su conjunto, jugando de forma estratégica con las emociones para al final conseguir llegar a una gran conclusión, que se puede aplicar a muchos aspectos de nuestra vida, salir de yo, para analizar el todo y beber solo del agua limpia, es decir, ser alguien más grande.