Se trate de una cena familiar o ir a la iglesia los domingos, las tradiciones pueden ser una base importante para nuestro bienestar espiritual, emocional y social. Al igual que un atleta debe mantenerse en forma haciendo ejercicio, o un pianista debe practicar sus escalas; la rutina de hacer un poco de lo mismo todos los días es lo que convierte a un aficionado en un profesional.
Sabemos lo importante que es ejercer nuestros músculos espirituales, por lo que los rituales y las tradiciones son una parte principal de casi todas las prácticas religiosas. Pero a veces llega un punto en que hacemos los ejercicios por hacer. ¿Dejamos de hacer algo cuando sentimos que ya no está funcionando? ¿Seguirá siendo válida nuestra ofrenda si la hacemos por obligación en vez de por inspiración?
Estos son algunos puntos a tener en cuenta:
Tiempo
De la misma manera que no tocarías una pieza de Chopin después de tu primera clase de piano, necesitas tiempo para desarrollar habilidades espirituales. Puede que no veamos los beneficios al instante, o incluso después de haber practicado por un año, pero los pequeños pasos son los que nos llevan lejos si caminamos el tiempo suficiente.
Combina actividades
Tal vez sentarte de rodillas delante de una vela para orar te parezca aburrido y limitante, pero a lo mejor un paseo por la mañana es más refrescante. Convierte una actividad que ya te parezca placentera en un ritual espiritual, centrándote en un mantra o afirmación positiva, una meditación o una oración. Hacer ejercicio, salir a caminar, o incluso ¡cantar una canción! Un poco de creatividad puede darte esa chispa que te hace falta…
Adopta una nueva perspectiva
Tal vez el ritual no sea el problema, sino simplemente nuestra actitud hacia el mismo. Los rituales religiosos son una manera de poner nuestra fe en acción, una forma simbólica de manifestar ideales espirituales en forma física. También nos proporcionan un espacio para conectarnos a esos ideales de manera consistente. Trata de conectarte a la intención original que hay detrás del ritual. A menudo, los rituales tienen una gran historia que contribuye a su significado espiritual. Repasa los conceptos básicos y mira a ver si es posible enfocarte en el mismo ritual con una nueva comprensión o percepción.
Nuestra vida de fe es algo que está en continuo crecimiento y desarrollo. A veces tenemos que pararnos y cambiar de posición o dirección con el fin de continuar avanzando por los altibajos y desafíos de la vida. No importa hacia dónde vayas, o qué tradiciones estés siguiendo, pero algo que nunca deberías dar por vencido es mantenerte siempre buscando, preguntando, y persiguiendo una relación auténtica con Dios.
¿Se te ocurre algún tipo de tradición que te haga sentir en paz? ¿Tiene tradiciones únicas en tu familia? Podéis comentar sobre esto 🙂